martes, 31 de diciembre de 2013

2014, Año Nuevo

ChampagneEl calendario 2013 llega a su fin, se cierra un año más y todos hacemos  un balance de lo positivo y negativo que hemos vivido.

También solemos hacer nuestra lista de resoluciones para el nuevo año que comienza. 

Comparto con ustedes mi lista versión 2014. Esto es lo que quiero para este año que comienza:

1. Salud. He llegado a comprender que la salud es lo más importante de todo. Sin salud no se disfruta de nada. Quiero salud para mí y mis seres queridos.

2. Sabiduría, para tomar decisiones inteligentes, no sólo en el trabajo, sino en todos los ámbitos de la vida.

3. Carácter, para vivir conforme a mis convicciones sin que me importe lo que digan o piensen los demás.

4. Muchos momentos de pareja, para compartir con mi marido. Ya brindaremos juntos por el nacimiento de nuestro primer hijo con esa botella de vino tinto que estamos reservando. 

5. Paciencia, para aceptar los tragos amargos y llevarlos con amor.

6. Arte, en la cocina, en la música o en el lápiz, no importa la forma, quiero mucho arte en mi vida.

7. Paz, para disfrutar de los momentos simples de la vida.

8. Champagne, viajes y glitter. También son necesarios los toques de superficialidad y diversión.

9. Vida sana. Acostarme temprano, disfrutar de las mañanas, hacer ejercicio, comer bien y tener pensamientos positivos.

10. Ser amable. Dar todo el amor posible a los que me rodean, especialmente a mi pequeño bebé. 






Leer más...

sábado, 28 de diciembre de 2013

La odisea de estar embarazada en verano

Estar embarazada es sin lugar a dudas una bendición.

Pero esta linda idea de gestar y tener un bebito, viene acompañada de una serie de efectos colaterales muy poco elegantes.

Si bien hay mujeres que nunca padecen los síntomas del embarazo, otras los tenemos todos (con más intensidad los primeros meses, pero aún presentes cerca del final del segundo trimestre).

Además, soy una convencida de que el verano agudiza aún más los malestares. Sin mencionar que este es uno de los veranos más calientes de los últimos años.

Ponerse un traje de baño cuando una se siente una pelota, es todo un desafío. La cintura ha menguado y la retención de líquidos está a la orden del día.

No importa si te cuidás con la comida o si sos una mamá muy fitness, el cuerpo no es el mismo y la ropa ya no luce.

Podés pasarte horas rotando sobre un pareo o una reposera buscando la posición ideal para tomar sol, no la vas a encontrar. Todo es incómodo.

Te rodean miles de mujeres con sus panzas perfectamente trabajadas y una con su mega barriga tiene ganas de hacer un pozo en la arena y meterse adentro.

La próxima vez habrá que hacer como Kate Middleton que pasó gran parte de su embarazo en invierno, divina y cubriendo su baby bump con unos tapados paquetísimos.

El verano deja todo al descubierto y hay poco margen para conservar la elegancia.

Todos te dicen que estás "radiante" (palabra inventada por vaya a saber quién para designar una mujer embarazada e hinchada), ahora vos te sentís lo menos sexy que pisa la Tierra.

Y si, estar embarazada no es sexy, ni elegante, ni glamoroso. Pero cuando estás acostada en la cama y tu bebé da sus pataditas de alegría en la panza, todos los contratiempos valen la pena.




Leer más...

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Por esnobismo o por amor al arte

{table for two : manger by mimi thorisson, médoc, france} by {this is glamorous}, via FlickrEsta tarde me compré un nuevo libro que ha salido referido al parador restaurant La Huella, de José Ignacio Uruguay.

Como soy una ansiosa atolondrada que no sabe esperar (al menos eso me dice siempre mi marido), esta misma noche me he puesto a ojearlo.

Me encantó leer un breve resumen de la vida que llevaban los dueños del lugar antes de abrir las puertas del parador.

Uno imagina vidas llenas de glamour y esnobismo, considerando que La Huella es el parador de moda de unos de los balnearios más exclusivos. Sin embargo, nada más lejos de la realidad.

Los dueños e impulsores de La Huella son hombres rústicos, que se ganaban la vida lavando copas y que viajaban por el mundo con lo puesto y pocas monedas en los bolsillos.

Son hombres que sueñan, cocineros, artistas, bohemios.

Manejan un negocio top, pero lo hacen por amor al arte (y como un negocio también, claro).

Esa idea me hizo reflexionar. En la vida muchas cosas pueden hacerse por amor al arte o meramente por esnobismo.

Ir a comer a un lugar como La Huella puede ser el medio ideal para ver y ser visto, o puede ser más que nada una experiencia gastronómica, casi artística.

El verdadero amante de la gastronomía se apersona en el restaurant no para ver gente, sino para degustar las croquetas de cangrejo.

Lo mismo ocurre con la literatura. Hay quienes leen a Chéjov porque les gusta, hay quienes lo leen porque queda bien decir que leen a Chéjov.

He recibido miradas de lástima cuando en alguna ocasión he dicho que no termino de comprender a Borges. Ahora bien, si realmente no me gusta, ¿porqué tengo que fingir admiración para quedar bien?

Alguna vez fui tildada de esnob por mi madre, cuando hace algunos años molía maní tostado para agregárselo al wok de pollo. No lo hacía por esnob. Realmente me gusta el pollo con maní. No es por hacerme la rara.

Elegir un restaurant, leer un libro, hasta comprar un traje de diseñador son acciones que pueden entrañar un simple acto de esnobismo o un verdadero tributo a algo que consideramos arte. Todo depende de si lo hacemos mirando a los demás o a nosotros mismos.

Que todas nuestras elecciones sean impulsadas por el amor al arte, que es, en definitiva, lo que enriquece el espíritu.

Leer más...

sábado, 30 de noviembre de 2013

Sé amable

Mi madre suele decir mucho una frase: "cada uno cosecha lo que siembra". Es algo que me repite constantemente desde la infancia.

Si bien he comprobado que no siempre es así, en gran medida esa frase encierra una gran cuota de verdad.

Es por eso mismo (y no sólo por eso) que siempre hay que ser amable y educada con la gente que nos rodea.

En la vida todo vuelve, y si sos una arpía o una mal educada, a la larga te va a jugar en contra.

Siempre hay que decir por favor y gracias. Hay que ceder el asiento a los mayores, no elevar el tono de voz en una conversación y tratar de igual a todas las personas sin excepción. Porque en verdad somos todos iguales. Hemos venido sin nada a este mundo y nos iremos sin nada.

Claro que no estoy sugiriendo que nos hagamos amigas hasta de las piedras. Obviamente las relaciones de amistad requieren ciertas semejanzas o afinidades entre las personas, pero siempre se puede ser cordial y amable. Hasta con un total extraño.

Hoy fuimos a comer con mi marido a un hotel de la ciudad al que vamos muy seguido. Sorpresivamente, la moza que nos atendía cada vez que íbamos, estaba ocupando el lugar de encargada del lugar. La habían ascendido.

Nos reconoció de inmediato. Yo siempre la saludaba con cariño y le daba conversación, por lo que me tenía bien identificada.

Nos sentó en la mejor mesa del restaurant. Al irnos, nos regaló una bolsa llena de trufas y chocolates.

No es que trate bien a la gente para recibir algo bueno a cambio, pero este es un claro ejemplo de que cuando uno siembra buena onda, cosecha buena onda y cuando no se siembra nada, no se cosecha nada.

Qué lindo que es ir sembrando buenos sentimientos por la vida. Y quién te dice, quizás un día hasta cosechás una bolsa llena de chocolates.





Leer más...

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Mi momento preferido del día (según pasan los años)

A morning in bed.Recuerdo que cuando yo era chica, mi momento preferido del día era la tarde.

La razón es comprensible. A la tarde volvía del colegio y tenía la posibilidad de pasar horas y horas jugando en mi casa.

La noche no me representaba el más mínimo entusiasmo, ya que venía acompañada de una serie de actividades que por entonces no soportaba, como bañarme y irme a la cama.

Sin embargo, ya entrando en la adolescencia y temprana juventud, la noche se transformó en mi momento favorito del día. Esto la verdad es que no es de extrañar. Cuando sos joven, salir de noche significa diversión.

Transcurridos algunos años más, la tardecita se convirtió en mi momento del día predilecto. Como buena mendocina, me gustaba tomarme una rica copa de vino al caer el sol (confieso que en ocasiones con el sol aún presente) para desenchufarme del trabajo y las obligaciones diarias.

Hoy en día, sin embargo, mi momento preferido del día es la mañana. Puede que mucho tengan que ver mis cambios de hábitos y horarios generados por mi embarazo de casi cinco meses.

Lo cierto es que en la actualidad, no hay nada que disfrute más que la mañana.

Antes de irme a dormir, dejo preparada la bandeja del desayuno. Apenas suena el despertador, me incentiva sentir lo antes posible el aroma del café y el pan recién tostado. Mi desayuno tiene la calidad y la presentación de un hotel. Me lo llevo a la cama. Es mi pequeño gran lujo.

A la mañana también hago ejercicio y miro los noticieros. Es cuando más energías tengo. Me gusta avanzar con gran parte de mis actividades antes del almuerzo.

La mañana es mi nuevo momento favorito del día. Quizás con los años esto vuelva a cambiar. La experiencia así lo demuestra.

Leer más...

martes, 26 de noviembre de 2013

Ganarle a la tristeza

Cuando estamos pasando por un mal momento, la vida aprieta el botón de pausa. Es como si todo aquello que antes formaba parte de nuestra rutina, perdiera significado o peso.

Es lógico, en realidad. Quién puede pensar en otra cosa cuando tiene un problema grave.

Todo parece trivial y secundario. La mente se ocupa sólo en el conflicto en cuestión.

Está bien reservarnos momentos para llorar y lamentarnos, pero hay una fina línea que divide la sana costumbre de llorar, de la total y absoluta apatía hacia la vida.

No es bueno perder el entusiasmo y eso es justamente lo que me pasó.

Solía disfrutar mucho de la literatura y la cocina, pero de repente dejaron de interesarme. Estaba preocupada y ya no tenía ganas ni de leer, ni de escribir, ni de cocinar.

También dejaron de entusiasmarme las reuniones sociales. La idea de interactuar con alguien más me superaba ampliamente.

No debemos permitirnos abandonar nuestras pasiones. Son lo que hace que la vida sea un poco más linda.

Conservar nuestras actividades placenteras ayuda a pasar por el proceso de tristeza.

Conservar la elegancia en nuestra vida también contribuye a ganarle al desánimo. Sin duda se superará mejor el dolor con una linda camisa, el pelo bien peinado o con la casa perfumada por pequeños ramos de jazmines.

Parecen trivialidades, y con más razón las veremos así cuando estemos pasando por una situación límite, pero no hay que dejar de lado esas pequeñas cosas.

Ganarle a la tristeza requiere mucha actitud y fortaleza. Por sobre todo, no hay que abandonar esas costumbres que siempre nos hicieron bien.


Leer más...

miércoles, 9 de octubre de 2013

Una tarde de lluvia

Style At Home: Hanna Seabrook Of Gadabout | theglitterguide.comSiempre he tenido la sensación de que las tardes de lluvia lavan todo: las dudas, la incertidumbre, el cansancio, las penas.

Para muchos, la lluvia no es más que una aguafiestas, pero para los que somos de campo, la lluvia es una bendición.

La lluvia me encuentra hoy en la ciudad, en mi casa, junto a la música de Igor Stravinsky y una ventana abierta. Se complementan perfectamente.

La tarde es oscura, se ve en blanco y negro, pero me gusta. Siempre me gustó el blanco y negro.

La lluvia acompaña al silencio. Y el silencio es bueno y necesario.

Hay mucho ruido en nuestras vidas, cada tanto hace falta silencio para poder escuchar algo tan básico como la lluvia caer.

Aún no me termino de adaptar a este cambio de vivir más despacio, viajar menos y preocuparme menos. Pero ya estoy encaminada.

Los problemas no cesan, la vida no frena. Nosotros, sin embargo, sí podemos frenar. En una tarde de lluvia, por ejemplo.

Leer más...

sábado, 28 de septiembre de 2013

Adaptarse al cambio

Sweet strawberries from the saturday market...yum!Cuando estás acostumbrada a estar a mil todo el día, a trabajar, a viajar y a salir, hacer reposo se vuelve una tarea difícil.

Cuando solés pasar tus noches en algún restaurant de moda, comiendo sushi sobre stilettos de 12 centímetros, quedarte en casa te resulta aburridísimo.

Pero como dice aquella sabia frase: hay un tiempo para todo.

Hay que adaptarse a las circunstancias que nos tocan. Porque en la vida en parte se elije, y en parte te toca lo que te toca.

Muchas mujeres pasan su primer trimestre de embarazo sin ningún síntoma y siguen su vida como si nada. A mí, por otro lado, me tocó otra cosa.

Así que me he propuesto disfrutar en lo posible de esta nueva vida tranquila y hogareña. Ya habrá tiempo para volver al circuito.

Mientras tanto no queda más que disfrutar de un rico bowl de frutillas perfumadas y mirar Titanic.

Ser moderna significa también saber adaptarse a las nuevas circunstancias.



Leer más...

viernes, 20 de septiembre de 2013

Descomplicá tu vida

.Mucha gente se pregunta por qué Coco Chanel se destacó tanto en su rubro. Qué ofrecía ella que atrajo tanto a mujeres de todas las clases sociales por igual.

Creo que la respuesta es sencilla: Coco Chanel vino a descomplicar la vida de las mujeres. Las liberó del corsé y el exceso de adornos y les propuso vestirse con líneas simples y despojadas.

A las mujeres nos gusta que nos descompliquen la vida en todos los ámbitos, porque, seamos sinceras, somo especialistas en complicarla.

A veces nos rompemos la cabeza tratando de resolver determinadas situaciones y no nos damos cuenta de que las cosas pueden ser menos complicadas. Sólo hace falta la voluntad de simplificar.

Hace unas semanas me debatía entre irme de viaje por trabajo o quedarme en casa para soportar mejor los síntomas del primer trimestre de embarazo. Finalmente levanté el teléfono y resolví el problema sin tener que volar 1000 km.

¿Cambió en algo resolverlo por teléfono? No. Quizás hubiese sido mejor ir en persona, pero a veces una tiene que descomprimir. No todo tiene que ser complicado.

Cuando me agarra el típico "no sé que ponerme" me visto toda de negro. Eso resuelve el dilema en poco tiempo y siempre queda elegante.

El negro es el color de la simplicidad. Justamente era el color favorito de Coco Chanel. Ella sabía que había que descomplicar, y lo hizo.

Les dejo para que miren este video de Chanel que es imperdible.






Leer más...

jueves, 12 de septiembre de 2013

Mi foulard

Foulard, chal, pashmina, echarpe, son todas palabras que se emplean para designar un concepto muy similar: un género o tejido que las mujeres (y también algunos hombres) enroscamos en el cuello o acomodamos sobre los hombros.

Claro que si nos ponemos en técnicas, existen diferencias entre cada una de estas palabras, pero digamos que se trata básicamente de lo mismo.

El foulard cumple la función teórica de proteger el cuello del frío, viento y corrientes leves. Pero digamos la verdad, lo usamos cuando hace frío y cuando hace calor. No siempre lo necesitamos para proteger la garganta. Muchas veces sólo queremos lucirlo.

Además de la función de abrigo y de fetiche de la moda, yo le atribuyo a mi foulard otra función más, la de envolver y dar seguridad.

El foulard te da la sensación (o por lo menos a mí me ocurre) de que alguien te abraza y te resguarda. Es como un arma de defensa.

¿No les pasa que cuando salen a la calle sin cartera se sienten como desnudas o desprotegidas? Bueno esa misma sensación me genera a mí tener el cuello descubierto.

Incluso aunque no me lo ponga, me gusta saber que tengo una pashmina o foulard a mano.

En un mundo lleno de hostilidades, una pashmina que envuelve el cuello, una cartera o simplemente unos centímetros de taco se convierten en armas de defensa personal, que nos hacen sentir un poco más seguras de nosotras mismas.

Un foulard es un compañero de ruta, es fácil encariñarnos con ellos y, algunas veces, duran toda la vida.







Leer más...

martes, 10 de septiembre de 2013

No abandonarás tu manicura

...Aquí estamos, continuando con la seguidilla ininterrumpida de náuseas y mareos.

Los días se me hacen largos. Admito que desde que me levanto de la cama, lo único que añoro es el momento en el que llega nuevamente la hora de ir a dormir.

Si ya sé lo que están pensando, soy un bajón. Can't help it.

Pero la vida no se detiene porque una esté embarazada. Nosotras, las mujeres de la modernidad tenemos que gestar los hijos y seguir viviendo.

Más complicado es todavía para las que ya tienen otros hijos que cuidar.

El trabajo nos demanda, se acaba el agua mineral, la leche, el cereal, nuestros maridos nos necesitan y tenemos que hacernos cargo.

El mundo sigue girando, poco influye nuestro estado de salud.

Y además de las obligaciones cotidianas, hay una actividad que toda mujer coqueta que se respete jamás abandona, pase lo que pase. Esa actividad es: hacerse las manos.

Así es, la manicura no se abandona. Si te morís del dolor de panza, te arrastrás como sea hasta la peluquería y te hacés las manos como una mujer civilizada.

Ya te sentís mal, poco sabio es empeorarla viéndote mal.

El peinador y la manicura se visitan durante todo el embarazo, hasta el día antes de parir. No quiero excusas ni mamás descuidadas.

Siguiendo esta máxima femenina, encontré el momento para ir a la manicura y me pinté las uñas con un color de nombre bastante pretencioso: Cherries in the snow. 

En general soy partidaria de las uñas blancas naturales, pero ante el panorama de días monótonos y sin mucha actividad, decidí ponerle un poco de onda a mi vida con uñas color cereza.

Cada una le pone onda como puede. Yo, me pinto las uñas.

Scrapbook: Beauty










Leer más...

lunes, 9 de septiembre de 2013

El día que todo cambió

...Hace exactamente un mes escribí por última vez  en este blog.  Hoy, sin planearlo y preverlo, sentí la necesidad de volver a escribir.

Confieso que en los últimos meses mi vida se vio completamente revolucionada. Por primera vez, estoy embarazada de dos meses y todavía no puedo vivirlo con naturalidad.

No tuve mucho tiempo para prepararme psicológicamente porque luego de decidirlo, el bebé vino muy rápido (lo que agradezco ya que imagino lo estresante que debe ser buscar un hijo sin éxito).

En fin, mi marido y yo estamos muy felices con la noticia.

Mi cuerpo, por otra parte, la está pasando bastante mal. Tengo todos los síntomas de manual del primer trimestre: nauseas, mareos y asco, mucho asco. Ya bajé dos kilos.

Cuando una se siente tan mal físicamente, no te dan ganas de hacer nada. La mayor parte del día se pasa en reposo. Las pocas energías que tenés las dedicás a lo ineludible de tu trabajo y a las obligaciones de la casa.

Nada me llamaba la atención ni salir, ni leer, ni escribir, ni siquiera puedo caminar porque me canso horrores.

Este último mes estuve literalmente hecha una ameba esperando llegar a la semana 12 de embarazo para que empiecen a aflojar los síntomas molestos.

Lo único que logra desperezarme la imaginación y hacerme soñar por un rato, es mirar alguna de mis películas favoritas. Son las películas de siempre, las que tengo en dvd y que no me canso de ver.

Me pone de buen humor ver a Diane Keaton en Alguien tiene que ceder, escribiendo en su maravillosa casa de playa . Me encanta ver como Cameron Díaz se enamora de Jude  Law en un pueblito de Inglaterra en la película El Descanso.  Y aún me enternece la historia de Meg Ryan y su pequeña tienda de libros en Tienes un e-mail.

Las hormonas invadieron mi cuerpo, mis gustos cambiaron y mi energía está por el piso. Pero una buena película, de esas que te hacen soñar, siempre es bienvenida.

En la comodidad de mi casa, y con un yogur de frutilla, las películas son fuente de felicidad y de buen humor. Lo demás, ya pasará. 

Leer más...

jueves, 8 de agosto de 2013

Los hombres elegantes no pasan de moda

Will and KateCada mujer tiene su tipo de hombre.

A algunas les gustan los hombres con onda rockera, otras prefieren los ganadores tipo playboys.

Hay quienes prefieren los hombres bohemios o artistas. También existen mujeres que mueren por los deportistas.

Hay gustos para todo. Cada una tiene su perfil.

En mi caso, cada día me gustan más los hombres prolijos, caballeros, casi antiguos.

Me encanta el hombre que siempre está elegante, que cuida mucho sus modales y que abre la puerta del auto.

No hay nada mejor que un gentleman atento y medido, como eran nuestros abuelos. Los imagino durmiendo con pijama a rayas manga larga y completando la afeitada con alguna loción inglesa.

Me gustan los hombres que leen el diario al lado de una chimenea, que se ponen el sobretodo para salir de casa y que acompañan sus comidas con vino.

Me gustan los hombres antiguos, impecables. Digo antiguos porque hay pocos en esta época, pero la realidad es que a muchas nos siguen gustando. Los hombres elegantes no pasan de moda, son atemporales, como un buen vestido negro.

Leer más...

lunes, 5 de agosto de 2013

Somos lo que amamos


Estoy releyendo el libro de Patricio Lóizaga sobre Victoria Ocampo.

Creo que les mencioné en alguna oportunidad que admiro mucho a Victoria. Ante mis ojos, fue una mujer que dedicó su vida a la literatura y que ha hecho un aporte enorme a la cultura argentina.

Victoria Ocampo para mí, fue una mujer realizada, que logró cumplir sus metas en la vida y que siempre puso sus propias reglas.

Con estos preconceptos en la cabeza, en verdad me sorprendí mucho cuando leí una cita de la propia Victoria en la que se lamenta por no haber desarrollado sus dones para el teatro y la literatura.

"Me he desperdigado, dispersado en vanos esfuerzos (la rutina), he malgastado mis dones."

Es irónico: Victoria Ocampo la mujer que elegí como referente de la realización personal, no se sentía realizada.

Victoria se arrepiente de no haber escrito un libro significativo, que la consolide como escritora y la haga trascender.

Probablemente murió pensado que no había hecho todo lo que tenía que hacer.

Me pregunto qué llevó a Victoria Ocampo a pensar que no se había realizado como escritora. Quizás porque sus escritos eran más bien autobiográficos. Quizás porque no escribía grandes ficciones como Borges.

Aún hoy sigo deleitándome con los "Testimonios" escritos por Victoria en los que relata su vida, sus pensamientos, su todo. Escribe con estilo, con convicción y fundamentalmente con corazón. Si esto no es ser escritora entonces no sé qué es.

Lo que amamos hacer, lo que somos como personas, se traduce en nuestras obras. Victoria Ocampo fue una escritora, una gran escritora.

Como cita Lóizaga en su libro: su vida fue su obra.






Leer más...

sábado, 3 de agosto de 2013

Esas cosas que no podemos resisitir

Chanel photobooth adMujeres del siglo XXI, en constante búsqueda de la racionalidad y el equilibrio. Ya les he comentado lo mucho que estimo la virtud de saber encontrar la justa medida.

Sin embargo, la realidad me despierta con una cachetada: hay cosas (cada mujer tiene las suyas) que por más voluntad entrenada que tengamos, simplemente no podemos resistir.

Para limitar la ingesta de calorías innecesarias, me había prometido a mí misma sólo tomar dos copas de vino por semana. Aún así no puedo evitar tomar una copa casi diaria. Me lo pide el largo día de trabajo, mi plato risotto recién hecho o el asado de campo. No puedo evitarlo.

Pienso en esa marca de ropa que nos enloquece, que por más que cuesta una fortuna, no podemos evitar dilapidar nuestros pocos ahorros en una nueva adquisición.

Pienso también en los ex novios no convenientes y en como muchas mujeres inteligentes reinciden en relaciones que prometieron cerrar.

Todas tenemos nuestros talones de Aquiles: cosas (o personas) que no podemos resistir.

Ya sea un helado o un ex novio, cuando se trata de nuestras debilidades, el esfuerzo para no sucumbir debe ser aún mayor. De nosotras depende.






Leer más...

domingo, 28 de julio de 2013

Una forma original

yayoi kusamaMis días en Buenos Aires me dieron la oportunidad de ir al MALBA a ver la muestra de una reconocida artista japonesa llamada Yayoi Kusama.

El nombre de la muestra de arte es "Obsesión infinita". En la mayoría de sus obras pueden apreciarse muchos puntos o lunares que se presentan, justamente, de manera casi obsesiva.

La muestra es furor en Buenos Aires. En ocasiones se forman largas colas para acceder al museo. Aunque hay que aclarar que el éxito de las obras de Kusama es un fenómeno mundial.

Yo entiendo muy poco de arte, pero puedo llegar a comprender la fascinación que el arte de Kusama despierta en la gente.

Kusama es, fundamentalmente, original y la originalidad no es fácil de encontrar.

Ser original es ser diferente de todo lo que existe. Es presentar algo nuevo, distinto de lo que se viene presentando.

Puede sucederles que visitan un lugar y les encanta la decoración porque es novedosa y única. O ver a una persona vestida con un estilo muy determinado, o probar una combinación de sabores que nunca habían probado y que funciona muy bien.

Todos nos conmovemos ante la presencia de la originalidad y creo yo, a eso se debe en gran parte el éxito de Kusama.

Qué bueno es buscar la originalidad. Que a pesar de las influencias externas, podemos encontrar una identidad propia y explotarla para canalizar nuestra creatividad.

En nuestro día a día ser originales puede funcionar como vía de liberación. Y así es para Kusama.



Leer más...

jueves, 25 de julio de 2013

Escapar de la rutina

Suena el despertador, salís de la cama, preparás el café. Abrís los mails, organizás tu día de trabajo y el día sigue non stop.

Las jornadas se vuelven rutinarias, aunque no tengas una rutina, siempre tienen un común denominador: siempre se repiten actividades, personas, problemas.

Quieras o no, las obligaciones te oprimen y la paciencia se agota.

En semanas como estas, me dan ganas de irme de viaje. No sé a dónde, a algún lado para escapar de la rutina.

Me imagino por algunos días libre, sin nada que hacer, sólo disfrutando y me dan muchas ganas de irme.

No importa si hace pocas semanas volviste de un viaje, las ganas de escaparte cada tanto aparecen.

Pero hay que ser responsables y posponer los caprichos. La escapada tendrá que esperar.


Leer más...

martes, 23 de julio de 2013

La justa medida

Catherine, Duchess of CambridgeEn estos tiempos modernos que vivimos predomina la cultura del "a todo o nada".

Cada vez nos resulta más difícil obtener satisfacción de las cosas, entonces exageramos como si la cantidad nos fuera a reportar mayor sensación de plenitud.

Esta falta de moderación en las conductas, es un mal típicamente femenino.

¿Alguna vez fueron de compras con varias mujeres? Noten que a la mayoría le cuesta ejercer el autocontrol en lo que a shopping respecta.

Más de una va a salir del centro comercial con unas cuantas bolsas y muchas de ellas conteniendo artículos que no necesitan y que pronto se arrepentirán de haber comprado.

¿Y con la comida no pasa algo similar? Siempre comemos de más: esa última empanada, la segunda bochita de helado. El placer gastronómico se encuentra en la calidad de los alimentos y no en su cantidad. Pero por algún motivo, quizás por esa necesidad de tenerlo todo y rápido, terminamos comiendo de más.

Con la lengua también sufrimos de falta de moderación. Existen algunas mujeres discretas y medidas, pero seamos sinceras, la mayoría somos boconas y decimos más de lo que deberíamos decir.

Tal vez por eso cuando aparece en la escena pública alguna mujer moderada, llama tanto la atención y cosecha tantos elogios.

Saber encontrar la justa medida: en la ropa, en el make up, en el comportamiento, en las aspiraciones, en la vida en general, es sin duda una virtud.

Que levante la mano la que nunca padeció algún exceso. Todas tenemos nuestro historial. Lo importante es ir educando la voluntad, para ir alcanzando de a poco la moderación.

En el país del "deme todo y démelo ya", nos vendría bien un poco de discreción y desacelere.

Me gusta observar a las nuevas royals, Máxima de Holanda y Catalina de Inglaterra, porque en ellas encuentro mucho de esta teoría de la moderación: poco maquillaje, mucha personalidad y poco exceso.

Mujeres que se hacen notar por encontrar la justa medida en cada aspecto de la vida, y no por exagerar. "Menos es más".






Leer más...

domingo, 21 de julio de 2013

Aprender algo nuevo

a daily something: scenes from our kitchen / 02Uno de los privilegios más grandes que tenemos como personas, es la posibilidad de aprender algo nuevo todos los días.

No me refiero al colegio, a la universidad, a cursos ni talleres. Digo aprender algo nuevo en la cotidianidad, en el día a día, en casa o en la calle.

No siempre nos damos la oportunidad de aprender, de incorporar nuevos conocimientos, por más triviales que sean.

Navegando en Internet, aprendí que existe en Buenos Aires una lindísima librería llamada "Eterna Cadencia" en el barrio de Palermo.

No camino mucho por Palermo, por lo que si no fuera por mi curiosidad online seguramente no la hubiese descubierto.

Recién llegada de viaje, con escasos elementos en la heladera, aprendí cómo hacer una frittata. Sólo contaba con huevos y algunos pocos ingredientes más. Pensé que algo tenía que poder preparar con eso.

Me puse a ojear mis libros de cocina y encontré la receta de frittata, una especie de tortilla rellena. Le puse lo que tenía: tomates secos, parmesano y arvejas. Quedó riquísima. Ése día, por un tema de fuerza mayor, aprendí una nueva receta.

Visitando algunos de mis blogs favoritos, aprendí que "Rayuela" la novela de Cortázar, cumple 50 años. Nunca leí a Cortázar y me di cuenta de que quiero leerlo.

En las costumbres cotidianas se aprenden muchas cosas, sólo que a veces no nos damos cuenta.

Todos los días incorporamos algo nuevo, ése es nuestro gran privilegio.






Leer más...

viernes, 19 de julio de 2013

Un tiempo para todo

EscritorioHan pasado más de dos semanas desde la última vez que escribí. No sólo no escribí para este blog, tampoco escribí poesía, algo que me gusta mucho y que cada tanto intento.

Simplemente no tenía ganas de escribir, no tenía nada que decir.

Todos los que saben mucho sobre el mundo blogger, aconsejan escribir con frecuencia. Ésa es la mejor manera de conservar la atención de los lectores frecuentes y de atraer nuevo público.

Sin embargo, en mi cabeza no entran esas reglas. No me gusta escribir por escribir. Cuando no tengo nada para contar, cuando quiero guardarme para adentro, no hay nada que pueda hacer para revertirlo. No puedo escribir.

Escribir un blog no es sencillo. Como escuché en una película, una siente que está enviando palabras a un gran vacío que a nadie le interesa. Incluso he llegado a pensar: ¿a quién le hablo?, ¿quién me lee?

Cuando sobrevienen esos períodos en los que no tengo ganas de escribir me cuestiono si esto es algo que realmente quiero hacer.

¿Por qué tengo cada tanto momentos en los que no quiero comunicarme?

Entonces, por esas cosas de la vida, la respuesta me vino en el momento que más lo necesitaba.

Estaba volviendo de un viaje y me puse a leer una revista para matar el tiempo. En la nota de la editora, me encontré con una cita del Antiguo Testamento, particularmente del libro del Eclesiastés: "Hay un tiempo para todo".

Es muy cierto que hay un tiempo para todo: un tiempo para trabajar, para descansar, para amar, para reír, para aprender, para escribir y también hay un tiempo para callar.

En las últimas semanas yo necesitaba un tiempo para callar. Tenía que callar para poder escuchar al mundo que me rodea e incluso para escucharme a mí misma.

Muchas veces nuestra propia voz no nos permite escuchar. Entonces es mejor callar.

Hoy es tiempo de escribir, y por eso lo estoy haciendo, ¿para quién?, ¿por qué? No tengo las respuestas. Pero sí estoy segura de que sólo cuando es tiempo, tiene sentido escribir.




Leer más...

miércoles, 3 de julio de 2013

Amor a primera vista

Indudablemente, hay una época en la vida de cada mujer, en la que todos los fines de semana tenés un casamiento.

Se casan tus amigas, tus hermanas, tus primas, tus compañeras de trabajo. La fiebre del casamiento es contagiosa.

A mí me gustan mucho las fiestas de casamiento. Disfruto de los bocaditos, del champagne y de bailar los éxitos de los 60.

El único problema de los casamientos son los gastos que generan. Entre el regalo y el vestido se van unos buenos pesos.

Esta temporada 2013 decidí adquirir uno o dos modelos muy clásicos, para poder usarlos y repetirlos en los tantos casamientos y otras fiestas que ya tengo programadas.

Me había hecho la idea de un vestido negro, largo, lánguido y con un poco de encaje. Un estilo Anne Hathaway en The Devil wears Prada.

Ya estaba decidida, era la compra perfecta: un clásico atemporal y fácilmente repetible. Pero en la relación de una mujer con la moda, raramente triunfa la planificación y la racionalidad.

Cuando aparece un vestido que te impacta, que te enamora a primera vista, ya no hay nada que hacer: hay que comprarlo.

Así terminé invirtiendo en un vestido exactamente opuesto a lo que me había imaginado: de seda, formal, muy definido y para nada clásico.

Lo vi y me enamoré. Supe que ya no me gustaría ningún otro vestido. Entonces, contra todos mis planes, lo compré.

Con los vestidos nos pasa algo muy similar que con los hombres. Cuando lo vemos, ya sabemos que es para nosotras. Es amor a primera vista.






Leer más...

martes, 2 de julio de 2013

En una isla del Pacífico

Luego de varios días de no escribir, retomo mi actividad en el blog.

Tengo que admitir que cuando viajo me resulta difícil publicar. Rara vez viajo con mi computadora y no tengo paciencia para usar las computadoras de los hoteles.

Ayer llegué de las islas Galápagos en Ecuador. Fui a acompañar a mi marido a una convención. La verdad es que el destino mucho no me gustó. Me limitaré a decir que no es mi estilo.

Todo era muy rústico y precario. Además me había ilusionado con las visitas a la playa, pero el mar era tan frío que apenas pude meter un pie en el agua.

Fui con mi marido a casi todas las conferencias. No me tentaba la idea de irme a recorrer la isla sola, aunque tuvimos algo de tiempo para hacer varias excursiones.

Las conferencias se me hacían un tanto largas y poco interesantes. Allí estaba yo, perdida en una isla del Pacífico, escuchando a intelectuales hablar sobre las tortugas, Darwin y la evolución.

Ante el exceso de tiempo libre y la falta de cosas divertidas para hacer, mi mente se puso a deambular y a analizar cada detalle de lo que me rodeaba.

De los oradores de las conferencias, muchos era personas muy preparadas y cultas. La mayoría hablaba con un tono de voz seguro y hasta arrogante.

Entonces no pude evitar preguntarme si la falta de humildad es una consecuencia necesaria de ser un intelectual. Yo creo que no.

Existen personas que son muy capaces y conocedoras, pero que no tienen esa cuota de soberbia al hablar.

Es lindo estudiar, observar, leer y ampliar nuestros horizontes. Sin duda agranda la cabeza, pero hay que tener cuidado de no agrandar el ego proporcionalmente.

Tan importante como cultivar el intelecto es cultivar la humildad. Pienso que es un verdadero desafío.

Usar un tono de voz suave, no emplear frases categóricas, saber escuchar, son todas actitudes que tendríamos que ir incorporando de a poco.

Me llevo de Galápagos las vistas al Pacífico, el sabor de sus plátanos y langostinos gigantes y la enseñanza de que no importa qué tan intelectuales seamos, siempre hay que conservar la humildad.

Grilled Lobster with Garlic-Parsley Butter







Leer más...

jueves, 20 de junio de 2013

Capacidad de asombro

Cuando somos niños, todo nos sorprende. Me encanta mirar las expresiones de los bebitos cuando analizan las cosas a su alrededor y tratan de absorber la mayor cantidad de información posible, tratan de comprender, de capturar el mundo.

A medida que nos vamos haciendo grandes, esta capacidad de asombro se va perdiendo.

Algunos pocos afortunados, logran conservar la capacidad de asombro, a pesar de las circunstancias y del paso de los años.

Hoy volvía en avión de un viaje de trabajo. Al lado mío había una pareja que nunca había viajado en avión. Hablaban entusiasmados entre ellos, sacaban fotos por la ventana y no podían ocultar sus expresiones de fascinación. Comentaban lo increíble que les parecía que un avión se mantenga en el aire.

Presenciando la felicidad que tenían mis compañeros de asiento, no pude evitar pensar que, tristemente, he perdido la capacidad de asombro.

Realmente es increíble que un avión vuele, así como también son increíbles tantas cosas maravillosas que nos rodean: la fuerza del mar, los vínculos entre la gente, el bienestar que transmiten los rayos del sol, no sé, puedo nombrar miles de cosas.

Haber perdido la capacidad de asombro no tiene que ver con las posibilidades económicas. Hay muchas personas que han visto de todo y aún siguen sorprendiéndose.

Asombrarse, sorprenderse es una actitud. Es estar abierto a lo que nos rodea.






Leer más...

martes, 18 de junio de 2013

Cuando llega el invierno


Parece que se nos vino el frío. El invierno, en general,  es una estación menospreciada. A la mayoría nos gusta más el calorcito de la primavera y del verano.

Hoy a la mañana, cuando sonó el despertador, mi cuerpo se resistía como nunca a abandonar la cama. Todo da más fiaca cuando hace frío.

Pero no hay porqué tomarse el invierno como un castigo divino. Al contrario, hay que aprovechar las cosas lindas que trae y no dejarse amedrentar por las bajas temperaturas.

El invierno invita a ver películas en la cama, cocinar una tarta casera, acurrucarse junto a los seres queridos.

Las colecciones de invierno se asoman con todo su esplendor y podemos elegir qué vamos a incorporar a nuestro guardarropa.

Fiel a mi mentalidad de comprar poco, elegí sólo un tapado de paño negro con el cuello de cuero. Super suave, abrigado y moderno.

Las reuniones sociales se transforman de salidas afuera a conversaciones puertas adentro en torno a una chimenea.

El menú también cambia, dejando atrás los frutos perfumados del verano para recibir a las sopas, guisos y pasteles.

El vino blanco pierde terreno frente al vino tinto y las infusiones calientes como el cafecito y el té son protagonistas absolutas.

Todas las estaciones tienen su encanto. El invierno ha llegado para quedarse. Hay que recibirlo con los brazos abiertos.






Leer más...

domingo, 16 de junio de 2013

El día para descansar

La verdad es que nunca me gustaron mucho los domingos. El hecho de ser el día anterior al lunes me generaba una especie de inquietud.

Los domingos, sobre todo a la tardecita, me parecían un bajón, aburridos y un poco lúgubres.

Pero con el correr de los años y a medida que las responsabilidades fueron aumentando, el domingo pasó de ser "el día depre" a ser "el día necesario para descansar".

Los domingos se puede desayunar en la cama. En realidad, desayuno todos los días en la cama, pero el domingo puedo remolonear o ver una película después. Los días de semana te obligan a salir de la cama a los pocos minutos.

Hoy pienso en el domingo y su tranquilidad característica no me inquieta como antes. Es el día de reunirse con la familia, un día de descanso y de contemplación.

Durante la semana no hay muchas oportunidades de sentarse en un sillón a leer, a escribir o simplemente, a pensar.

Los domingos aún tienen un poco de gusto a nostalgia, ya que la contemplación trae consigo recuerdos. Pero también tienen su costado lindo.

Veo la lluvia caer en mi ventana mientras espero que se enfríe un poco el té. El sol se está escapando apenas a las seis de la tarde. Hay un silencio lindísimo en mi casa. Es un domingo de paz y de descanso.






Leer más...

jueves, 13 de junio de 2013

Charla de mujeres

Pocas cosas hay tan divertidas como una charla de mujeres.

Me encantan las reuniones de mujeres, ya sean de diez, de cinco o de dos personas, no importa. Cuando dos o más mujeres se juntan, se genera una magia difícil de explicar en la que las palabras fluyen sin parar.

A las mujeres nos gusta mucho charlar y especialmente con otras mujeres. Cuando una mujer dice que se lleva mejor con los hombres que con otras mujeres, yo desconfío.

No sólo me gustan las reuniones femeninas, sino que las necesito.

Cuando paso mucho tiempo sin ver a mis amigas tiendo a inquietarme. Empiezo a contarle a mi marido lo lindas que son unas chatitas que vi en la vidriera de un negocio y a preguntarle si le parece que me corte el pelo recto o rebajado. Él se limita a contestarme: "necesitás una amiga".

Me divierten tanto las charlas de mujeres que a veces me pongo a escuchar las conversaciones de algún grupo de amigas que está frente a mí en la fila del supermercado, comprando juntas en algún shopping o comiendo juntas en algún restaurant (si, lo sé, invasión total de la privacidad, pero no puedo evitarlo).

Hoy tuve dos reuniones de trabajo en el centro de Buenos Aires (odio el centro) y entre reunión y reunión me sobraron unos 30 minutos que dediqué a tomarme un cafecito con una rebanada de budín. Al lado mío dos amigas planeaban frenéticamente un viaje juntas. No pude evitar escuchar la conversación y divertirme horrores con lo que se decían: "no hagas como siempre que te llevás dos toneladas de ropa y después no la usás", "zapatillas no llevemos porque son muy cómodas pero después parecemos unas desarregladas".

Después se peleaban para ver quién pagaba la cuenta. Típico momento de amigas al final de un café o de una comida. Todas las conversaciones entre mujeres tienen muchos puntos en común.

Zambullirse en una charla de mujeres es un placer accesible. Quita el mal humor, es divertido y te conecta con las demás.



Leer más...

martes, 11 de junio de 2013

Amor para toda la vida

a love that never grows oldUna de las cosas que me han llamado la atención últimamente, es la cantidad de parejas que se están separando.

La nuestra es una generación muy cercana a los conceptos de separación y divorcio.

No quisiera tener que recurrir a estadísticas (las estadísticas me aburren mucho), pero seguramente todas nosotras conocemos a una o dos personas que se separaron o se están por separar.

También hay muchas parejas que, si bien no se separan, llevan una relación fría y distante que subsiste sólo en los papeles.

Yo llevo nueve años con quien es hoy mi marido y debo confesar que soy sumamente feliz a su lado.

Sin embargo, no puedo abstraerme de esta realidad que me rodea, en la que conservar una pareja feliz y estable parece toda una odisea.

Pienso que el costado más triste de la constante presencia de fracasos sentimentales, es que cada vez hay más mujeres que no creen en el amor para toda la vida.

En general, somos muy escépticas y necesitamos ver para creer.

Creo que más allá de lo que hayamos vivido en nuestra experiencia personal, independientemente de que el matrimonio de nuestros padres, de nuestras amigas o el propio haya sido un fiasco, debemos creer en el amor.

Puede pensarse que lo mío es una posición cómoda, que como tengo una buena experiencia de pareja, me resulta más fácil creer. Puede que en alguna medida sea cierto, pero también es cierto que se puede creer sin ver.

Por ejemplo, yo creo en Dios y nunca lo he visto. Es simplemente una cuestión de fe. Como decía Palito Ortega, yo creo en el amor, creo en el amor para toda la vida.

Creo que es posible amar a un hombre siempre, en las buenas y en las malas, con defectos y virtudes.

Creo en la idea de compartir los sueños y los fracasos. Creo en el respecto como base de una relación. Creo que se puede desnudar el alma y las miserias sin perder la admiración mutua.

Creo que la vida es más linda  con un compañero de vida, de toda la vida.

Creo en la salud y en la enfermedad, hasta en la peor de las enfermedades.

Creo en el amor incondicional. Creo en el amor hasta que la muerte los separe.

Las invito a creer, las invito a apostar a una relación y a amar para siempre.




Leer más...

lunes, 10 de junio de 2013

Una copa de vino

Luego de un día lleno de contratiempos e incertidumbre, una copa de vino es un mimo al espíritu cansado.

No hace falta más compañía que la de una manta de lana y una buena película en el cable.

Pero una copa de vino también es la excusa perfecta para una charla de amigas. Acompaña la complicidad y la conversación, sostenida entre los dedos como un testigo discreto.

Una copa de vino es el sine qua non de todo plato de comida que se respete. Los sabores se exacerban y los sentidos agradecen.

Con una copa se alivia el cuerpo y se calma el alma. Hace muy bien, como todo lo que se toma en su justa medida.

En parte mis orígenes son mendocinos y por eso llevo en la piel ese amor por el vino y toda su generosidad.

En este día lunes, día aburrido y gris, elegí dedicar unas pocas palabras a la bebida de los dioses. Que nunca falte una copa de vino.






Leer más...

viernes, 7 de junio de 2013

Los proyectos no cumplidos

Termina otra semana de viajes y mucho trabajo. Responsabilidades y poco tiempo para escribir el blog. Me invade una sensación ambivalente de gratificación y frustración.

Por un lado, muchos avances en el ámbito de las obligaciones laborales. Por el otro lado, cero tiempo para dedicar a los pequeños proyectos que me había propuesto para la semana.

No pude retomar mis tan queridas clases de francés. No pude ir a tomar el té a Villa Ocampo, lugar que añoro conocer hace años. Tampoco pude ir a la primera charla del taller de creatividad literaria que tanto quería hacer.

Además, mi nuevo libro "París era una fiesta" de Hemingway reclama olvidado sobre mi mesa de luz. Sólo pude leer un capítulo.

Conclusión, tiempo para dedicar a lo que me gusta: nulo.

Sospecho que a todas las mujeres nos sucede lo mismo. Nos la pasamos haciendo proyectos y planes para luego no cumplir ninguno.

Si yo que tengo ayuda en casa y aún no tengo hijos padezco de esta condición, no quiero imaginar lo que queda para el resto de las mujeres.

La que tenga tiempo para hacer todo lo que quiere que tire la primera piedra, y que por favor me pase la receta.










Leer más...

viernes, 31 de mayo de 2013

Un viernes a la noche

Rue Magazine (September 2012 Issue). Styling & Concept by Fiona Leahy. Photography by Belathee Photography. Venue: Aynhoe Park.Cada vez son más las mujeres que me hacen la misma confesión: salir de noche, ya sea a un bar o a un boliche, no es divertido.

Hace algunos años, cuando estaba más cerca de los veinte que de los treinta, salía con frecuencia. Sin embargo, tengo que admitir que nunca me gustó mucho que digamos.

Salía para estar con mis amigas, o para conocer gente, pero en realidad no disfrutaba del programa en sí.

Salvando algunos lugares que son muy estéticos y glamorosos, el boliche y el bar me resultan lugares siniestros. La música a los gritos, los empujones y el olor a cigarrillo en el ambiente no ayudan.

Siempre pensé que yo era una especie de bicho raro a la que no le gustaban las salidas nocturnas, pero luego de conversaciones sobre el tema con muchas mujeres, confirmé mi teoría de que a la mayoría no le divierte el boliche.

Hoy muchas mujeres (sobre todo a mi edad) salen sólo con la ilusión de conocer a un hombre. Lo cierto es muchas preferirían pasar sus viernes a la noche abrazadas a su pareja bajo una manta mirando una película.

Yo soy una persona salidora, pero mis gustos en salidas tienen que ver más con un restaurant super gourmet que con una discoteca de moda. Esta noche tengo pensado ir a un lugar de sushi fusión peruano que quiero visitar hace tiempo.

Creo que deberíamos ser capaces de hacer lo que realmente queremos un viernes a la noche, y no salir cuasi obligadas por la idea de que sólo así vamos a conocer a alguien. Al amor de tu vida lo podés conocer en muchos otros lugares además del boliche.

Hace varios años que, incluso siendo soltera, disfruto de mis viernes a la noche a mi manera. Saliendo a comer, alquilando una película, yendo al cine o leyendo un libro con una copa de champagne.

Que cada una viva su viernes a la noche como le guste, pero que sea espontáneo y relajado. Que nada, ni tu estado civil, te condicione.


Champagne







Leer más...

jueves, 30 de mayo de 2013

Guardarropas: mis favoritos

Nothing less than perfectEn el guardarropas de toda mujer existen ciertas prendas que desde que las compramos, y más aún con el correr del tiempo, se convierten en favoritas.

En mi caso particular, cada vez me convenzo más de que con pocas adquisiciones puede armarse un guardarropas versátil y moderno.

Mis prendas más usadas varían según esté transcurriendo el verano o el inverno. En verano uso mucho pantalón blanco y en invierno recurro al pantalón negro. En verano me pongo camisas livianas y frescas, mientras que en invierno me refugio en algún saco de cashmere.

Desde que comencé con este blog, me he negado a compartir imágenes personales. Pero en esta oportunidad, siguiendo los consejos de una experta bloguera conocida, voy a ilustrar este post con algunas pics sacadas por mí. No sean duras conmigo que la fotografía no es lo mío.

Aquí van mis prendas fetiche, las que uso todo el año, básicas y elementales.



Maxi cartera


















De todas mis carteras es sin duda mi favorita. Las mujeres de hoy llevamos nuestra vida en la cartera y en este modelo cabe de todo. Negro, super combinable y elegante.


Blazer negro


















Siempre queda bien: con jeans, como traje formal, sobre un vestido, para el día, para la noche, en verano o en invierno. Es el clásico de los clásicos. Brinda un toque formal a cualquier atuendo.


Pañuelos de seda


















Un pañuelo o una pashmina son el complemento ideal. Abrigan cuando hace frío y decoran cuando el tiempo está cálido.


El vestido negro


















Todas tenemos uno que elegimos cuidadosamente según la forma de nuestro cuerpo y el estilo que tengamos. El mío es estilo minimalista y a la rodilla. Eso me da la libertad de usarlo tanto de día como de noche.


Las perlas


















Los complementos son algo realmente muy personal. Yo creo que las perlas son ideales porque iluminan y tienen un aire sofisticado. Además, según la ocasión, podemos usar una sola vuelta o varias vueltas de perlas, hasta incluso muchos collares juntos para darle importancia.


El trench


















Uso mi trench no sólo en días lluviosos. Con el cinturón atado con un nudo y la solapa levantada da un look muy parisino descontracturado.
Leer más...

martes, 28 de mayo de 2013

Un viaje por Escocia

sheeps.Llegué a Edimburgo, la capital de Escocia, una tarde gris y lluviosa. Tengo que admitir que el paisaje urbano que se presentaba bajo la lluvia me dejó sin palabras.

Edimburgo es un viaje en el tiempo. Parece sacado de un cuento, es lindísimo.

La ciudad se divide en la parte antigua y la parte nueva (old town y new town). La parte antigua es encantadora.

Si se recorre su calle principal, Royal Mile, sobre una gran loma al final de la calle se encuentra el castillo de Edimburgo. El castillo es imponente y es una parada obligada para los amantes de la historia.

A mí siempre me ha fascinado la historia de Gran Bretaña, así es que visitar el castillo de Edimburgo me resultaba un programón. Me sumergí en la vida de María Estuardo, reina de los escoceses, un personaje increíble.

Mi recorrida por Escocia se completó con varios días de paseo por los Highlands y los Lowlands, visitando pequeños pueblos del interior y conociendo hoteles estupendos.

Tal como lo hice con Londres, les dejo mi lista de destacados:

Los lagos. Indudablemente los lagos que recorren el corazón de Escocia fueron lo que más me impresionó de la tierra del Whisky.

Inverlochy Castle. Un castillo/hotel escondido en los Highlands escoceses. Increíble, como de otra época. Mozos vestidos impecables sirven el té con scons frente a la chimenea. Una experiencia única.

Las galletitas escocesas Walkers. Riquísimas, pero super engordantes. Son pura manteca!! Para disfrutar con moderación.

Cashmere, cashmere, cashmere. El mejor del mundo y a excelentes precios. Es "el" lugar para comprar sacos, mantas, bufandas y guantes suavecitos y abrigados para el invierno.

El Balmoral Bar. Elegido como el mejor bar de Escocia, un clima ideal para disfrutar de un buen Whisky, o como lo llaman ellos, de un buen Scotch.





























Rosemary Shortbread

To ice or not to ice? WSJ article discussing the differences between American and European tastes in Scotch. Great read.
Leer más...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...