Recuerdo que cuando yo era chica, mi momento preferido del día era la tarde.
La razón es comprensible. A la tarde volvía del colegio y tenía la posibilidad de pasar horas y horas jugando en mi casa.
La noche no me representaba el más mínimo entusiasmo, ya que venía acompañada de una serie de actividades que por entonces no soportaba, como bañarme y irme a la cama.
Sin embargo, ya entrando en la adolescencia y temprana juventud, la noche se transformó en mi momento favorito del día. Esto la verdad es que no es de extrañar. Cuando sos joven, salir de noche significa diversión.
Transcurridos algunos años más, la tardecita se convirtió en mi momento del día predilecto. Como buena mendocina, me gustaba tomarme una rica copa de vino al caer el sol (confieso que en ocasiones con el sol aún presente) para desenchufarme del trabajo y las obligaciones diarias.
Hoy en día, sin embargo, mi momento preferido del día es la mañana. Puede que mucho tengan que ver mis cambios de hábitos y horarios generados por mi embarazo de casi cinco meses.
Lo cierto es que en la actualidad, no hay nada que disfrute más que la mañana.
Antes de irme a dormir, dejo preparada la bandeja del desayuno. Apenas suena el despertador, me incentiva sentir lo antes posible el aroma del café y el pan recién tostado. Mi desayuno tiene la calidad y la presentación de un hotel. Me lo llevo a la cama. Es mi pequeño gran lujo.
A la mañana también hago ejercicio y miro los noticieros. Es cuando más energías tengo. Me gusta avanzar con gran parte de mis actividades antes del almuerzo.
La mañana es mi nuevo momento favorito del día. Quizás con los años esto vuelva a cambiar. La experiencia así lo demuestra.
Es cierto como cambian nuestros momentos preferidos del día según los años. Hoy es la mañana lo que más me gusta con todos los rituales que ella implica: el té con leche, la notebook prendida, todas las redes sociales abiertas y el blog listo para que escriba en el. Quisiera que el día completo fuera así pero bueno, hay otras obligaciones.
ResponderEliminarComparto lo de la copa de vino como relax y a veces con el sol recién poniéndose ;)
Besos y espero que los malos momentos hayan pasado.
Hola Aninka! Cuánto que tenemos en común!
EliminarGracias por tus palabras. Los malos momentos son recurrentes en la vida, pero hay que lucharla. El blog acompaña mucho en el proceso.
Cariños!!