Mujeres del siglo XXI, en constante búsqueda de la racionalidad y el equilibrio. Ya les he comentado lo mucho que estimo la virtud de saber encontrar la justa medida.
Sin embargo, la realidad me despierta con una cachetada: hay cosas (cada mujer tiene las suyas) que por más voluntad entrenada que tengamos, simplemente no podemos resistir.
Para limitar la ingesta de calorías innecesarias, me había prometido a mí misma sólo tomar dos copas de vino por semana. Aún así no puedo evitar tomar una copa casi diaria. Me lo pide el largo día de trabajo, mi plato risotto recién hecho o el asado de campo. No puedo evitarlo.
Pienso en esa marca de ropa que nos enloquece, que por más que cuesta una fortuna, no podemos evitar dilapidar nuestros pocos ahorros en una nueva adquisición.
Pienso también en los ex novios no convenientes y en como muchas mujeres inteligentes reinciden en relaciones que prometieron cerrar.
Todas tenemos nuestros talones de Aquiles: cosas (o personas) que no podemos resistir.
Ya sea un helado o un ex novio, cuando se trata de nuestras debilidades, el esfuerzo para no sucumbir debe ser aún mayor. De nosotras depende.
Tal cual Ceci...pero esas debilidades son las que nos hacen "humanas", queribles, reales.
ResponderEliminarSi Caro es cierto! Mujeres reales y tentadas. Beso!
EliminarLa fuerza de voluntad es todo, tener debilidades y darle curso -a veces- no es mal, el tema es instalrse ahí y responder siempre "no puedo", para todo hay que empezar con voluntad...
ResponderEliminarDate un gusto, el vino es recomendable para el corazón...ja!
Beso:>
Hola Mati!
EliminarEs difícil combatir las raíces mendocinas. El vino con la comida es una tentación irresistible. Beso!