sábado, 27 de abril de 2013

Vivir simple


Esta semana me corté el pelo. Lo tenía largo y con las puntas maltratadas y desteñidas. Lo corté un poco por debajo del hombro, levemente rebajado adelante y recto atrás.

Me sentí muy bien con el cambio. Me puse a pensar en que si algo tan trivial como un corte de pelo puede cambiarte el humor, ¿no sería buenísimo poder hacer cambios en temas más relevantes? Imagínense lo que te ayuda a cambiar de aire.

No sé si les pasa, pero en mi vida hay cosas que sobran y hay cosas que faltan. Supongo que nos ocurre a muchas.

Sobran, por ejemplo, pensamientos negativos. En lo personal, tengo la capacidad de hacerme la cabeza con cualquier tema. Siempre tengo una excusa para estar preocupada. Suelo pasarme minutos, y en ocasiones horas, antes de dormir pensando en todo lo que me consterna.

Sobra ego. Ojalá pudiéramos levantar la nariz de nuestros asuntos para mirar un poco lo que pasa a nuestro alrededor.

Sobran posesiones materiales. En los tiempos que vivimos tener es muy importante ¿Para qué comprar toneladas de ropa que al final no vamos a usar?

Falta fundamentalmente paz. Vivimos apuradas, buscando los que creemos que necesitamos para ser felices. Como si una casa, un auto, un casamiento, o algo puntual nos fuera a cambiar la vida.

Falta aprender a valorar las cosas simples de la vida. El aroma que queda después de llover, un almuerzo al aire libre, un helado, una película francesa.

Falta dedicar tiempo a los afectos, tener gestos, decirles te quiero.

Hoy estoy un poco cursi, pero creo realmente que hacen falta cambios. Las prioridades están desordenadas. Sobran muchas cosas, faltan tantas otras. Vivir no debe ser una odisea. Vivir bien es vivir simple.

intimate gathering beneath the arbor

set up a hammock

flowers













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martes, 23 de abril de 2013

Tu ambiente ideal

ScrapbookEstoy sentada cómodamente frente a mi mesa del comedor. Marido afuera con sus amigos. Nadie en casa. Sólo me acompaña un ramo de flores frescas que traje esta tarde. El boeuf bourguignon que puse en el horno, ya está desprendiendo un aroma irresistible.

Descorché una botella de vino tinto y la acomodé en el poco espacio que queda entre los papeles y libros que están desplegados sobre la mesa.

Giré la tele del living para que apunte a donde yo estoy. Sintonizado, uno de mis favoritos, el canal El Gourmet. Un joven cocinero cordobés prepara unos ravioles de calabaza ahumada que se ven tan ricos que me dan ganas de atravesar el televisor.

Pero no hace falta irme de casa. En un rato ya va a estar listo mi plato especial para uno: el gran clásico de la cocina francesa.

Estar sola en casa, para muchas mujeres es un martirio. Yo lo considero una bendición.

Soy una de esas mujeres a las que les gusta hacer miles de programas, pero he aprendido a disfrutar también de estar en mi casa.

Estar sola en tu casa te permite generar tu ambiente ideal sin que nadie te modifique nada. A cada una, lo que le guste. Yo estoy feliz de estar rodeada de libros y revistas viejas con un vino tinto y un canal de cocina de fondo, pero habrá también quien prefiera estar saltando como loca al ritmo del heavy metal.

Lo importante es disfrutar de ése espacio de privacidad que nos da rienda suelta para hacer lo que nos gusta.


Scrapbook: Breakfast in Paris

magazines
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lunes, 22 de abril de 2013

Lo que llevás en la cartera

Nothing less than perfectSepan disculpar mi prolongada ausencia. Entre los viajes y otros asuntos personales, me dejé estar con el blog.

Pasaron unos días en los que no estuve muy incentivada a escribir. Confieso que hasta pensé en abandonar este proyecto. Pero recapacité y me dí cuenta de que escribir en este espacio me hace feliz. Así es que, por ahora, este blog continúa.

En esta oportunidad, tenía ganas de escribir sobre algún tema livianito. No tengo la cabeza como para reflexionar sobre temas profundos.

En este maravilloso mundo de la moda, existen tantos modelos de carteras como tipos de mujeres existen sobre la faz de la tierra.

Cada una de nosotras elige la cartera o el bolso que más combina con su personalidad.

Pero quizás lo que más refleja la personalidad de una mujer, no es tanto la cartera en sí, sino su contenido.

Lo que llevamos en la cartera dice mucho sobre nosotras.

He notado que las mujeres más tranquilas y sencillas suelen llevar pocas cosas en sus bolsos, mientras que las mujeres más bien "complejas" llevan muchas cosas de aquí para allá.

Cada uno de estos objetos habla, delata un aspecto de nuestra esencia.

Comparto con ustedes, cuáles son los imprescindibles de mi cartera:






La billetera de una mujer dice mucho sobre ella. Pensemos que cada vez que vamos a pagar algo, la billetera hace su aparición y no habla muy bien de una que esté rota sucia o descuidada.

La mía es de Peter Kent, una marca argentina que me encanta. Nuestro país tiene muy buenos productos de cuero. 

Siempre llevo mis anteojos de sol. Es difícil elegir los anteojos adecuados ya que muchas veces tenemos la tentación de comprar un par divino, pero que no va con la forma de nuestra cara. A mí, por ejemplo, me encantan los anteojos grandes tipo Jackie O, pero no me quedan bien. Finalmente decidí comprarme los que se ven en la foto que son elegantes, pero no son tan amplios.

La tecnología no es mi fuerte. Como verán mi teléfono no es lo más tecnológico que viene, pero para mis habilidades es más que suficiente. No me gusta invertir en tecnología.

Mi agenda y algo para escribir también viajan conmigo siempre. Me gustan los cuadernos artesanales forrados en género, cuero o gamuza. 

Llevo un blush de YSL y el Rouge Coco Shine en un color natural para todo el día.

Finalmente, tengo en la cartera alguna crema para manos. Si tiene protección solar, mejor.

En definitiva, esto es lo que nunca falta en mi cartera. Confieso, sin embargo, que a los imprescindibles a veces se le suman una serie de objetos innecesarios que se van incorporando con el tiempo. Cuando ya siento que la cartera está muy pesada, la vació de nuevo y dejo sólo lo necesario.

Las mujeres tenemos tendencia a llevar todo nuestro mundo en la cartera y lo que llevamos dice mucho de nosotras.

Y vos, ¿qué llevás en tu cartera?







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lunes, 15 de abril de 2013

Un poquito de Francia


.No sé si les conté, pero soy una gran admiradora de la cultura francesa, especialmente la parisina.

Ir a París me resulta casi una experiencia religiosa. Los parisinos me fascinan, por su ropa, por su arte de la buena mesa, por sus modales, por su idioma, por sus costumbres, entre otras cosas.

Cada tanto, cuando puedo, me escapo unos días a París a disfrutar del charme francés.

Pero como París no queda nada cerca, y el tiempo libre no abunda, me las he ingeniado para incorporar en mi rutina diaria, algunos modestos detalles parisinos.

Es algo así como traer París a mi vida diaria en la Argentina.



A continuación, una lista ilustrada de mis pedacitos de Francia:





Amo mi remera rayada. Desde que me la compré no puedo dejar de usarla. He visto muchas fotos en las que Coco Chanel tiene puesta una remera muy parecida. De hecho, en la película "Coco avant Chanel" hay una escena en la que esta prenda es protagonista absoluta. Combina con todo, es cómoda y es elegante.




El pollo al vino blanco, o como se llama en Francia, coq au vin, es uno de mis platos favoritos. Hace pocas semanas estuve en Pastis, un restaurant francés de Nueva York. Mientras esperaba mi comida, me deleité observando a dos francesas que conversaban animadamente mientras disfrutaban de su plato de pollo al vino blanco. Sin duda se trata de un plato que tiene mucho que ver con la cultura de Francia.




Croque Madame, en el Museo de Arte decorativo de Buenos Aires, es definitivamente, un rincón parisino en la ciudad porteña. Buenos Aires está lleno de lugares que nos recuerdan a París.




Infaltable para estos días de pre invierno en Buenos Aires, cashmere de Eric Bompard. Un diseñador francés que vende prendas de excelente calidad a precios razonables. En mi último viaje a París me aseguré de traerme algunos abrigos para "afrancesar" mis días fríos.


"perfect" homemade bread


Hornear el pan fresco todos los días, es muy parisino. Quizás no todas las parisinas preparen su propio pan, pero como mínimo se toman el trabajo de ir a la boulangerie  a buscar su pan del día. En casa, tengo la suerte de que mi marido prepara un pan riquísimo. Muy francés.




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domingo, 14 de abril de 2013

¿De dónde viene el buen gusto?

rustic table. abundant flowers.Hace unos días llegué a esta pequeña ciudad de interior del país para avanzar con algunos temas laborales pendientes. Decidí quedarme aquí el fin de semana, en lugar de volver a mi casa en Buenos Aires.

Me quedé para evitar viajar tan seguido, y además para disfrutar del verde y el aire libre que escasean en la capital.

Ayer sábado, como parte del programa del fin de semana, fuimos con mi familia a almorzar al restaurant del club house del barrio en el que estoy.

Se trata de una sede recientemente remodelada, donde la principal actividad es el golf, pero también se practican otras actividades.

Ubicada ya en el restaurant, disfrutando de un riquísimo coq au vin, me puse a analizar la decoración del lugar.

Quedé absolutamente fascinada con cada pieza que conformaba la decoración. Cada sillón, cada mesa, cada cuadro, todo perfectamente estético y elegante.

Sentada en la mesa al lado de la nuestra, estaba la arquitecta y decoradora responsable por la ambientación del lugar. Ella, en su ropa, peinado y hasta modales, reflejaba el buen gusto que también se desprendía de su trabajo.

En ese momento me pregunté, ¿de dónde vendrá el buen gusto? ¿Qué es lo que hace que una persona tenga tanto olfato para hacer que todo sea agradable y refinado?

El buen gusto se transmite a través de las generaciones, es cierto. Pero también puede adquirirse con la experiencia.

Supongo que tiene que ver con la mentalidad que uno tiene, con las ganas de aprender. Tener apertura de mente ayuda mucho.

Leer, visitar museos, viajar, son factores que también inciden.

Quizás no pueda determinar con exactitud qué es lo que provoca que alguien tenga buen gusto, pero sí puedo disfrutar del trabajo de aquellos que llevan el buen gusto como bandera, y lo despliegan en sus profesiones, en sus hogares y en su vida de relación.






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viernes, 12 de abril de 2013

Termina la semana: entregate al relax

ChampagneSi hacemos una encuesta entre mujeres, probablemente la mayoría elija el viernes como día favorito de la semana.

El viernes es el día en que, para muchas de nosotras, termina la semana laboral. No más traje de oficina, no más despertador temprano, no más congestión y nervios para llegar al trabajo, no más jefe, ya no más.

El viernes tiene aroma a relax. Anticipa la llegada de muchas horas de placer en las que podemos hacer lo que nos gusta y lo que nos llena.

Muchas de nosotras, cuando llega el viernes a la noche, nos vemos tentadas de meternos en la cama a ver una película, a leer un libro, o simplemente a dormir todo lo que podamos.

Está muy bien que así sea si esa es nuestra forma de relajarnos y disfrutar. Pero también está bueno cada tanto, relajarse más a lo diva.

Descorchar un champagne rosé con tus amigas, ir con tu pareja a un restaurant a la luz de las velas, ponerte las lentejuelas y salir a tomarte unos drinks, son formas más glamorosas de relajarse y de recompensarse por el trabajo bien hecho.

Soy fiel defensora de esta idea de ponerle glitter a los fines de semana, y suelo tener discusiones con mi marido cuando él se resiste a salir de su zona de comodidad.

Trato de que mis momentos de relax tengan algo extra, algo que los haga excepcionales.

Recibí este fin de semana con los brazos abiertos y con los tacos altos puestos.







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miércoles, 10 de abril de 2013

Bendito Café

macaronsMe cuesta pensar en un programa más femenino que ir a tomar un cafecito.

El cafecito es la excusa para todo: un encuentro con amigas, una pausa en el trabajo, un pasatiempo de fin de semana, lo que sea. Siempre es buen momento para un café o un té.

Se trata de un ritual muy importante en la vida de todas nosotras. Es una forma económica y sencilla de gratificarnos.

¿Qué sería de nosotras sin esas simpáticas confiterías o casas de té desparramadas por todas las ciudades del mundo?

Recuerdo mi último viaje a la ciudad de Nueva York. Hacía un frío cruel que hacían imposible caminar por la calle.

Luego de recorrer varias cuadras en busca de un lugar para ponerme a resguardo, descubrí sobre Madison Avenue, un Nespresso que me vino como anillo al dedo.

Entré sin dudarlo y me senté a disfrutar de un cortado con un macaron de pistacho. El alma me volvió al cuerpo y pude continuar con mi ajetreada recorrida turística.

Pero los cafés no son sólo programa de invierno. Es muy agradable sentarse al aire libre a mirar la gente pasar entre sorbo y sorbo.

Buenos Aires es la ciudad perfecta para tomar un cafecito, aunque los cafés parisinos son difíciles de superar.

Aquí les dejo una lista de mis cafés preferidos. No dejen de darse una vuelta cuando tengan oportunidad.


1. Piano Nobile, Buenos Aires.

2. Cafe Cluny, New York.

3. Croque Madame en el Museo, Buenos Aires.

4. Chez Francis, París.

5. Café des arts en el Malba, Buenos Aires.








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martes, 9 de abril de 2013

Cómo lidiar con un ataque de ansiedad

Son muchos los factores que pueden provocarnos un ataque de ansiedad.

Las mujeres de hoy vivimos bajo presiones de todo tipo: laborales, personales, estéticas y hasta existenciales.

No conseguís trabajo, no conseguís un mejor trabajo, tu marido te vuelve loca, tus hijos no te dan tiempo de nada, ese chico al que le diste el teléfono no te llama, no podés bajar esos kilitos de más, tu novio te dejó, tus amigas te critican, etcétera, etcétera. La lista es interminable.

¿Qué tenemos que hacer cuando vivimos este tipo de situaciones?

Primero tenemos que decirnos a nosotras mismas, que los típicos comportamientos compulsivos e irracionales no nos van a llevar a ningún lado.

Tirarse a la cama para llorar durante días no sirve de nada. Por el contrario, es una conducta que si se vuelve hábito, puede ser muy peligrosa.

Comer como un cerdo tampoco resuelve nada. No vas a encontrar consuelo en la comida y lo único que vas a lograr es estar, además de triste, gorda.

Enojarte tampoco es bueno, ya que te convierte en un ser insoportable para los que te rodean y, por lo tanto, te aísla y te hace estar aún más bajoneada.

Mi consejo es buscarse algo productivo para hacer, o un hobby, un deporte, lo que sea que te mantenga ocupada mientras la herida se cierra. Jugar al golf, estudiar francés, redecorar la casa. Lo importante hacer algo.

También recomiendo invertir en una misma. Ponerte linda siempre ayuda a sentirte mejor. Hacete las manos, un baño de crema, un peinado o comprate un vestido nuevo. Cuando te veas más atractiva, vas a tener más confianza en vos, y eso se proyecta también en los demás.

Por último, y esto es seguramente lo más difícil de conseguir, hay que tener paciencia. Las cosas nunca se resuelven de un día para el otro. Pero recordá que lo que sea que te tiene mal, eventualmente, va a pasar.
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martes, 2 de abril de 2013

Ana Karenina y la elegancia de las formas

Desde que vi por primera vez los avances de Ana Karenina, la nueva película protagonizada por Keira Knightley, he esperado con ansiedad su estreno en el cine.

Siempre quise leer el libro, ya que la obra de Tolstoi me resulta interesante, pero dado que salió la película, opté por sorprenderme en el cine.

Me gustó mucho el film. De todas maneras, no quisiera hacer una crítica. No soy entendida en cine ni pretendo serlo.

Sí diré que, como la mayoría de los espectadores, quedé fascinada por el vestuario.

La película es, sin duda, muy estética. Los vestidos, las joyas, los peinados, la vajilla y las formas, sobre todo las formas.

La elegancia de las formas no era sólo patrimonio de la Rusia Imperial. Siempre que veo una película histórica del estilo de Ana Karenina, transcurra en el país que transcurra, me impresiona el lugar preponderante que ocupaban las formas en la sociedad de la época, en contraposición con el lugar denostado que ocupan en la actualidad.

Las formas lo son todo: en la mesa, en la vida social, en el trabajo y hasta en el dormitorio.

Ustedes me dirán que lo que esas películas muestran es sólo la realidad histórica de las clases muy altas. Pero lo cierto es que me cuesta imaginar que las clases altas de hoy conserven todavía esa perfección en la formas, al menos en la intimidad.

Hay quienes pueden pensar que la relajación de las formas es algo positivo. Por mi parte, creo que la solemnidad y la educación extrema es algo que deberíamos traer de vuelta.

El mundo en que vivimos está lleno de descortesías, malas palabras, modos groseros y falta de elegancia. Por eso cuando aparece una persona muy pulida en sus modales lo tildamos de antiguo: "es de otro siglo", solemos decir.

Que vuelvan las formas de Ana Karenina, al menos por mí serán bienvenidas.


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lunes, 1 de abril de 2013

Fin de semana en casa

Mi abuela solía decir que la gente inteligente no se aburre.

Si es así, debo ser tontísma porque este fin de semana largo he tenido muchos momentos de aburrimiento.

Nos vivimos quejando de que no tenemos tiempo para nada, del exceso de trabajo, etcétera, etcétera, pero cuando tenemos unos días libres, ya no sabemos qué hacer con el tiempo.

Buenos Aires está casi desierto y la lluvia contribuye a generar un ambiente gris y en cámara lenta.

Cuando una viaja, los días se hacen más amenos y divertidos, pero tampoco puedo vivir viajando. Entre el trabajo y las escapadas de placer, creo que por el momento he viajado lo suficiente.

Así es que aquí estoy, sumergida en lecturas, blogs, películas y pan casero tratando de pasar lo mejor posible esta seguidilla de feriados interminables.

El movimiento permanente de la vida que llevamos, nos hace muy difícil saber parar. Quizás sea tiempo de reflexionar sobre si no estaremos demasiado aceleradas.

Por mi parte intentaré bajar un poco el ritmo de mi día a día, para que cuando lleguen los días de descanso y vida hogareña, no me afecte la inercia.
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