Cuando termina un año y comienza
otro, la gente tiene la costumbre de hacer una lista de resoluciones, es decir,
una lista de objetivos que se quieren alcanzar en el año nuevo.
Yo no soy la excepción y todos
los diciembres/eneros redacto en la última hoja de mi agenda, la lista de cosas
que me he propuesto para el año que comienza.
Pero este año no quiero hacer una
lista detallada de actividades a cumplir. Este año tengo una sola “new year
resolution”: ser más feliz.
Me di cuenta que de nada sirve
tener todos los títulos universitarios del mundo, conseguir tal o cual trabajo,
casarse, tener hijos, conocer el mundo, o lo que sea, si no se disfruta la vida
y se la transita con felicidad.
Siempre he definido a la
felicidad en términos muy puntuales y terrenales: “cuando me reciba voy a ser
feliz”, “cuando me case voy a ser feliz”, “cuando me vaya de viaje voy a ser
feliz”. Lo cierto es que todos esos momentos de mi vida llegan, pero la
felicidad no es como me la imagino.
Vivimos pensando que tenemos que
vencer nuestros obstáculos y falencias para ser felices. Creemos que la vida de
los demás es más fácil que la nuestra.
No sé si les pasa, pero a veces
voy caminando por la calle, miro a la gente e imagino que no tienen problemas y
que son re felices. Pensamos que los demás son más felices que nosotros.
La realidad es que todos, pero
todos, tenemos problemas. Por más que muchos aparenten vivir una vida libre de
preocupaciones y responsabilidades, les aseguro que también tienen sus temas.
No hay que esperar a que se
solucionen los problemas para ser felices. En eso consiste el desafío, en
tratar de ser felices en el día a día, aunque las cosas no sean perfectas.
Es todo cuestión de energía. Hay personas
que tienen buena actitud y están siembre de buen humor. Esas personas son, en
general, las más queridas por la gente. Son optimistas, agradables, disfrutan
de la vida y no tienen prejuicios. Mi personalidad, neurótica y controladora me
va a hacer difícil alcanzar esa mentalidad, pero estoy dispuesta a intentarlo.
Este es mi único objetivo 2013:
disfrutar más, maquinarme menos, en definitiva, ser más feliz.