
Esta semana me corté el pelo. Lo tenía largo y con las puntas maltratadas y desteñidas. Lo corté un poco por debajo del hombro, levemente rebajado adelante y recto atrás.
Me sentí muy bien con el cambio. Me puse a pensar en que si algo tan trivial como un corte de pelo puede cambiarte el humor, ¿no sería buenísimo poder hacer cambios en temas más relevantes? Imagínense lo que te ayuda a cambiar de aire.
No...