
Cuando era chica, participaba ocasionalmente en una banda rock. Canté en fiestas, bares y boliches. Siempre me gustó cantar, bailar y actuar. Lo llevo en mi ADN.
Los años pasaron y, junto con el comienzo de mi carrera universitaria, mi tiempo libre comenzó a hacerse escaso y mis pasiones fueron relegadas.
Siempre me dije a mí misma, a modo de auto consuelo, que más adelante retomaría aquellas actividades...