Cada vez son más las mujeres que me hacen la misma confesión: salir de noche, ya sea a un bar o a un boliche, no es divertido.
Hace algunos años, cuando estaba más cerca de los veinte que de los treinta, salía con frecuencia. Sin embargo, tengo que admitir que nunca me gustó mucho que digamos.
Salía para estar con mis amigas, o para conocer gente, pero en realidad no disfrutaba del programa en sí.
Salvando algunos lugares que son muy estéticos y glamorosos, el boliche y el bar me resultan lugares siniestros. La música a los gritos, los empujones y el olor a cigarrillo en el ambiente no ayudan.
Siempre pensé que yo era una especie de bicho raro a la que no le gustaban las salidas nocturnas, pero luego de conversaciones sobre el tema con muchas mujeres, confirmé mi teoría de que a la mayoría no le divierte el boliche.
Hoy muchas mujeres (sobre todo a mi edad) salen sólo con la ilusión de conocer a un hombre. Lo cierto es muchas preferirían pasar sus viernes a la noche abrazadas a su pareja bajo una manta mirando una película.
Yo soy una persona salidora, pero mis gustos en salidas tienen que ver más con un restaurant super gourmet que con una discoteca de moda. Esta noche tengo pensado ir a un lugar de sushi fusión peruano que quiero visitar hace tiempo.
Creo que deberíamos ser capaces de hacer lo que realmente queremos un viernes a la noche, y no salir cuasi obligadas por la idea de que sólo así vamos a conocer a alguien. Al amor de tu vida lo podés conocer en muchos otros lugares además del boliche.
Hace varios años que, incluso siendo soltera, disfruto de mis viernes a la noche a mi manera. Saliendo a comer, alquilando una película, yendo al cine o leyendo un libro con una copa de champagne.
Que cada una viva su viernes a la noche como le guste, pero que sea espontáneo y relajado. Que nada, ni tu estado civil, te condicione.
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Hace algunos años, cuando estaba más cerca de los veinte que de los treinta, salía con frecuencia. Sin embargo, tengo que admitir que nunca me gustó mucho que digamos.
Salía para estar con mis amigas, o para conocer gente, pero en realidad no disfrutaba del programa en sí.
Salvando algunos lugares que son muy estéticos y glamorosos, el boliche y el bar me resultan lugares siniestros. La música a los gritos, los empujones y el olor a cigarrillo en el ambiente no ayudan.
Siempre pensé que yo era una especie de bicho raro a la que no le gustaban las salidas nocturnas, pero luego de conversaciones sobre el tema con muchas mujeres, confirmé mi teoría de que a la mayoría no le divierte el boliche.
Hoy muchas mujeres (sobre todo a mi edad) salen sólo con la ilusión de conocer a un hombre. Lo cierto es muchas preferirían pasar sus viernes a la noche abrazadas a su pareja bajo una manta mirando una película.
Yo soy una persona salidora, pero mis gustos en salidas tienen que ver más con un restaurant super gourmet que con una discoteca de moda. Esta noche tengo pensado ir a un lugar de sushi fusión peruano que quiero visitar hace tiempo.
Creo que deberíamos ser capaces de hacer lo que realmente queremos un viernes a la noche, y no salir cuasi obligadas por la idea de que sólo así vamos a conocer a alguien. Al amor de tu vida lo podés conocer en muchos otros lugares además del boliche.
Hace varios años que, incluso siendo soltera, disfruto de mis viernes a la noche a mi manera. Saliendo a comer, alquilando una película, yendo al cine o leyendo un libro con una copa de champagne.
Que cada una viva su viernes a la noche como le guste, pero que sea espontáneo y relajado. Que nada, ni tu estado civil, te condicione.