lunes, 3 de septiembre de 2012

New York, New York


Verdaderamente, como dice la canción, esta ciudad nunca duerme. Sus calles están agolpadas de gente, sus negocios rebalsan de consumidores frenéticos y sus luces no se apagan jamás.

La oferta gastronómica es casi tan amplia como la de indumentaria. Se puede comer en México, España, Austria, China, Grecia y Japón, todo sin necesidad de salir de Manhattan.

Las neoyorkinas que desfilan por la Quinta Avenida, parecen haberse escapado de la última edición de Vogue USA. Están perfectamente peinadas, pintadas y vestidas y se asemejan a un muestrario de diseñadores top. Estas mujeres realmente mueren por las etiquetas y no lo disimulan.

De un barrio a otro, el ambiente cambia de modo radical. El trendy Meatpacking District ofrece paisajes modernos y alternativos, mientras que el Upper East Side no resigna su elegancia.

Nueva York es una ciudad sin prejuicios, en donde se toman martinis a las 11 de la mañana y las señoritas de 80 kilos usan strapless.

La ciudad es verdaderamente fascinante. Cada esquina, cada rincón sorprende.

Mis pies están cansados de tanto recorrer esta isla. El sentido común indicaría que debo bajarme de los tacos y ponerme unas zapatillas para poder seguir recorriendo, pero en esta ciudad en la que las mujeres compiten por ver quién se arregla más, no puedo darme ese lujo.

Ponerme la ropa de verano estando blanca como un papel gracias al invierno argentino, ha sido un desafío interesante. No voy a mentirles, no me queda bien. Sin embargo, los 30 grados centígrados que llegó a marcar el termómetro, no me dejaron alternativa.

Poco a poco mis ojeras se van suavizando y mi mente se va relajando. Y si bien cada tanto llega una llamada desubicada por trabajo de alguien que no  entiende que ESTOY DE VACACIONES, estoy empezando a abstraerme de la realidad cotidiana.

Ni mis inexorables incertidumbres de persona controladora, ni las medidas que el gobierno se empecina en dictar para los turistas, van a evitar que me entregue en cuerpo y alma a esta ciudad mágica, que cada vez que vengo, muestra una cara diferente.

4 comentarios:

  1. Dulce Cecilia,
    me acabo de enamorar de tu blog. No puedo dejar de admitirte que lo que me llevo a leerte fue tu info de perfil, claro es que tenemos dos cosas en comun. Voy caminando a ser abogada y escribo por que me dieron manos y corazon . Espero que disfrutes del placer que te ofrece la Sin City y tranquila, bebete tantos martinis como quieras, no te bajes de los zancos que por aca no se ofrece semejante milagro.
    Voy a seguir leyendote y me voy dar el gusto de seguirte.

    Mucha luz para vos (que no te debe faltar en NY)

    Maria E.
    www.lafortunadeingrid.blogspot.com

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    Respuestas
    1. Querida María Emilia.

      Muchas gracias por tu comentario, sos una divina.

      Te recibo con los brazos abiertos en mi blog.

      Saludos!

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