martes, 23 de noviembre de 2010
En el supermercado
Se puede decir mucho de una persona con sólo mirar lo que lleva en el carrito del supermercado.
Hoy había un señor adelante mío en la fila para pagar, que llevaba una botella de whisky, sándwiches de miga y langostinos. No hizo falta ni mirarlo para darme cuenta de que estaba frente a un bon vivant. Son mis favoritos.
Pero, a su vez, en el supermercado abundan las que yo denomino “chicas light”. Si, esas que cargan el carrito con yogur Ser, galletitas de salvado y manzanas. Honestamente, me deprimen.
También es común toparte con las clásicas amas de casa (de las que tienen miles de niñitos) que compran de todo mucho y en envase grande. Llevan el carrito lleno hasta el tope. Y encima, probablemente la compra les dure sólo una semana.
Y después está, por supuesto, el carrito del soltero: cerveza, desodorante, espuma de afeitar y comida congelada.
Los carritos hablan. Reflejan tu día a día. Hoy el mío probablemente decía que voy a pasar una linda nochecita de verano con algunos invitados: queso brie, camembert y vino rosé. No puede fallar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
jajaj ceci tenes razon ,el carrito es la foto de la persona
ResponderEliminarmie sposo sabe de eso,el compra lo del mes!!!!!!!