
Por primera vez en mucho tiempo logré desconectarme de mis preocupaciones. No me malinterpreten, siguen existiendo y por momentos se cuelan en mis pensamientos. Pero se puede decir que estoy relajada. Lo cual, para mí, ya es muchísimo.
La clave está en irte a otro lado. A cualquier lugar que no sea aquel en el que se desenvuelven tus actividades cotidianas. Me pasa que si estoy en mi casa, por más que tenga...