viernes, 29 de enero de 2010

No te castigues


Hubo una época en la que estaba convencida de que las cosas malas sólo le ocurrían a las personas que no se comportaban bien. Como una especie de karma divino. Por eso, cuando me comenzaron a salir las cosas mal, interpreté las desgracias como un castigo por mis errores del pasado. Hoy pienso distinto.

Independientemente de que en algún momento Dios nos aplique la justicia eterna, no es lógico pensar que las cosas malas en la Tierra existen sólo para las malas personas.

Quizás tenemos muy arraigada la frase que los mayores suelen decir a los chicos: “Dios te va a castigar”. Sin embargo, la experiencia no lo ratifica y nada en la razón nos indica que sea así.

Conozco a muchas malas personas que no han recibido castigo por sus actos, y a muchas buenas personas que padecen sufrimientos inexplicables.

Las cosas malas pasan. Punto. ¿Por qué? Imposible de responder con certeza. Pero agregar al dolor que provoca el mal, la angustia de pensar que ocurrió por algo puntual que nosotros hicimos, es un sinsentido absoluto.

Es mejor usar los pensamientos para algo productivo. Por eso, la próxima vez que se pregunten ¿qué he hecho yo para merecer esto?, cambien el interrogante a ¿qué puedo hacer yo para revertir esto?
Leer más...

martes, 26 de enero de 2010

Una sociedad de plástico


¿Qué pasa cuando la plata y el poder se vuelven lo más importante en la vida? Yo creo que es ahí cuando las sociedades entran en decadencia.

El poder adquisitivo es muy importante, pero es un medio, no un fin en sí mismo. Sin embargo, en el lugar donde yo vivo, esta idea parece no estar muy clara.

Cada vez más mujeres se ponen como único objetivo en la vida casarse con un hombre de generosos bolsillos. Las denominadas “botineras” son uno de los ejemplos más burdos que conozco: chicas que se exhiben con poca (o nada) de ropa para ganar popularidad, para luego dedicarse a enganchar a un futbolista de algún club europeo con pocas luces y mucha plata.

Idolatramos a personajes como Ricardo Fort, cuyo único mérito es gritar a viva voz cuánto gasta en autos, relojes y propiedades.

Nuestros políticos olvidan completamente que son servidores públicos y se erigen en una suerte de monarcas absolutistas avocados plenamente a la búsqueda de la riqueza personal.

Hombres y mujeres vacíos que se creen superiores a los demás porque nacieron bien ubicados en el mapa social, o porque se juntaron con unos mangos a lo largo de la vida. Amistades por interés, envidias y competencia.

Claro que es imprescindible para la tranquilidad del espíritu tener cierta seguridad económica. Además te permite acceder a ciertos gustos. Yo misma me declaro una fashionista incurable y una amante del mundo gourmet. Ahora bien, cuando la plata se vuelve un ídolo, estás en el horno.

Despegarse un poco del tener y reconectarse con lo esencial hace bien al alma.
Leer más...

sábado, 23 de enero de 2010

La lucha nuestra de cada día


La vida es compleja. Quien diga lo contrario no ha vivido realmente. Sin duda hay quienes tienen más suerte que otros, pero tarde o temprano nos toca enfrentarnos con alguna situación de adversidad.

Generalmente, uno espera ciertas cosas en su vida: el bienestar de sus seres queridos, encontrar el amor, buena salud, seguridad económica, realización personal. Es muy difícil que todo esto se dé al cien por ciento.

Tomemos un ejemplo: conocer a una persona que nos encante no es tarea fácil, pero para complicarla, también tiene que suceder que nosotros le gustemos a esa persona. Si me preguntan, es casi chino. Sin embargo, a veces pasa.

Después viene la parte en que tenemos que mantener vivo el amor, la pasión y el compañerismo por muchos años.

La realización personal merece un capítulo aparte. Saber qué queremos hacer de nuestras vidas es un desafío considerable. Poder hacerlo y vivir de eso es aún más arduo.

Piedras en el camino, enfrentamos miles (algunas de ellas se parecen más a montañas). Pero sabemos que, o sorteamos los obstáculos, o morimos en el intento. Entonces recurrimos a todo tipo de fuentes de ayuda y reafirmamos nuestra hipótesis: el universo se rige por leyes que no podemos comprender. El sentido se nos escapa.

Hace unos días miraba las imágenes de lo que pasó en Haití. Ponen los pelos de punta. A pesar de todo, muchas personas siguen de pie. Coincidentemente acabo de terminar un libro que habla sobre la esclavitud en Haití a finales del siglo XVIII, y encontré una frase que me pareció algo alentadora: “Todos tenemos adentro una insospechada reserva de fortaleza que emerge cuando la vida nos pone a prueba”. Me gusta creer que es así.

La vida no es justa. La búsqueda de sentido probablemente sea eterna porque la adversidad es recurrente e impredecible. La felicidad es personalísima y se construye todos los días.
Leer más...

lunes, 4 de enero de 2010

Inspiración


En estos días de descanso, he estado leyendo las reflexiones de la prestigiosa Victoria Ocampo.

La verdad es que es un placer leerla,  por la forma en la que escribe, los temas que elige y la manera en que los interrelaciona.

Pero lo que más gusto me da es comprobar, a través de su obra, que ha sido una de las más fervientes defensoras de la dignidad de la mujer.

Leer a Victoria no ha hecho más que reafirmar mis deseos de escribir. Suele ocurrirme que cuando presencio la genialidad de una persona, siento ganas de seguir su ejemplo.

Cuando observo a Narda Lepes preparar sus recetas mágicas, inmediatamente quiero irme a la cocina a fusionar ingredientes. Lo mismo me pasa, a nivel literario, con Victoria Ocampo, con Virginia Woolf, con Marcela Serrano, entre otras.

Ni hablar de lo que sentí cuando fui al cine a ver “Coco avant Chanel”… Me enamoré de ese personaje tan audaz, creativo y vanguardista.

Y no tengo miedo de decirlo: quiero ser como ellas. Quiero amar lo que haga, quiero su espíritu aventurero y sus ganas de crear.

Estas mujeres me inspiran. Son grandes artistas que han alcanzado lo que es, en mi humilde opinión, lo más alto a lo que se puede aspirar en la Tierra: la trascendencia en la historia.
Leer más...

sábado, 2 de enero de 2010

El Hombre - Mujer


En posts anteriores me he referido a los nuevos roles que la mujer viene asumiendo en las últimas décadas. Cada vez más, intervenimos en esferas que antes estaban reservadas sólo para el género masculino.

Ahora bien, este cambio de rol de la mujer parece ir acompañado de un cambio de rol del hombre.

Dado que muchas mujeres ahora trabajamos, es lógico que no podamos solas con el resto de las obligaciones. Me parece bárbaro que nuestras parejas nos ayuden en la casa o se ocupen de los chicos. Pero el fenómeno de mimetización de los géneros va más allá del ámbito doméstico y profesional.

Son muchos los hombres que se ven afectados por una tendencia cuestionable en materia de cuidados estéticos.

Hace unos años nos empezaron hablar de metrosexuales, esto es, hombres que se preocupan por estar a la moda, por estar bien físicamente. Después vinieron los ubersexuales, los tecnosexuales, y no sé cuántos sexuales más.

Más allá de las categorías o nombres bizarros que se inventen para definir a estos especímenes, lo cierto es que su número sigue en aumento. Hoy, uno va a la playa, a un restaurant o a una fiesta y los hombres están más producidos que las mujeres.

Ropa trendy cuidadosamente elegida, bronceado trabajado (a veces hasta de cama solar), cuerpo de gimnasio, pose calculada.

Eligen productos cosméticos específicos: shampoo para alisar el pelo, crema para los poros abiertos, y los más osados llegan hasta la depilación y la manicura.

Antes, los hombres miraban mujeres, hoy también miran a los otros hombres y compiten entre ellos.

¡Basta! ¿Quién tuvo esta idea nefasta de que ellos se cuiden más que nosotras? ¿Dónde quedaron esos machos exquisitamente despreocupados? Recuerdo con nostalgia cuando afeitarse, una buena camisa y un rico perfume eran suficientes.

El universo de la estética femenina ha sido invadido.

Leer más...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...