lunes, 21 de mayo de 2012

La dolce vita


Cuando preparaba mis valijas para viajar a Italia, ya sabía que me esperaban cosas grandiosas, cosas que me dejarían estupefacta.

Italia nos recibió con sus brazos abiertos y, tal como lo esperaba, me impresionó. Pero no hicieron falta cosas grandiosas para impresionarme. No fue necesario ni el Coliseo, ni El David de Miguel Ángel, ni la Catedral de Siena para conmoverme.

Una copa helada de prosecco y un plato de proscciuto frente a la Piazza del Popolo en Roma, inauguraron nuestra estadía en Italia. Comprendí que no necesitaría la guía ilustrada que había comprado en Buenos Aires con su listado de monumentos y lugares de interés, para aprovechar mi viaje.

Italia está disponible, abierta, simple para el que quiera zambullirse en su esencia.

Las trattorías se alinean en las calles con sus manteles a cuadros. Los dueños se paran en la puerta y prácticamente te obligan a sentarte a la mesa cuando uno pasa caminando.

Las vidrieras de vía Condotti despliegan su espectáculo de elegancia a través de modelos perfectamente confeccionados con géneros que caen con naturalidad.

La Toscana me conquistó el alma. No por sus pueblitos medievales, ni por sus catedrales góticas, sino por sus paisajes verde intenso y su olor a pino. Sus cipreses, olivos y viñedos son un poema. Los contemplo desde mi ventana en una casa de campo que parece sacada de un cuento.

Las sábanas son blancas y frescas. Los jaboncitos en el baño, hechos con aceite de oliva, dejan la piel brillante e increíblemente suave. A veces pienso que los italianos tienen esa piel dorada perfecta por consumir tanto óleo de oliva.

El vino de Toscana es aromático y misterioso. Se lleva muy bien con el queso pecorino y la miel que degustamos en la Piazza de Siena.

Italia seduce por sus aromas, sabores y paisajes, más que por su milenaria historia y sus monumentos imponentes.

Seguiré mi recorrido tratando de mimetizarme con esta gente que entiende que hay cosas en las que vale la pena invertir tiempo, la buena mesa y la buena vida. 

4 comentarios:

  1. Diva de los viajes!!! Cuando me case propongo hacer viaje en pareja y deleitarme con todos tus conocimientos! Me encanta como describís en detalle tus historias.
    Cariños
    Pili (desde Asunción del Paraguay, no sabes que linda la humedad y el calor en fines de Mayo que por aquí... A pesar de ello, El hotel La Misión te lo recomiendo por si alguna vez venís)... Ya compré el cotillón para la fiesta que vas a compartir con nosotros el noviembre de este año!

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  2. Que amor sos Pili!!!

    Encantada de que hagamos viajes juntos y es un gran honor la invitación a tu casamiento! Un beso enorme!!!

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  3. Ay cómo te entiendo, Ceci! Viajé a Italia hace menos de dos años y pasé diez de los mejores días de mi vida ahí. Roma y Florencia, pero especialmente Asís y Suena me deslumbraron.
    Qué lindo que lo hayan disfrutado tanto,

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  4. Si! Las ciudades medievales son increíbles! Me alegra que también lo hayas disfrutado.

    Cariños!

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