
Hace unas semanas, fui a almorzar con una amiga. Pedí una ensalada con tomatitos secos, rúcula y salmón ahumado. Para acompañarla, además de agua, me pareció apropiado una copita de champagne. Mi amiga me preguntó ¿festejamos algo?
¿Por qué tengo que tener un motivo de festejo para tomar champagne?
La verdad es que me gusta darme lujos, pequeños o grandes. Te sacan de la rutina y te hacen la vida más...