
Hoy a la noche, combatiendo la fiaca que nos generaba el frío, fuimos con mi
marido a comer a un restaurant nuevo que nos habían recomendado.
El lugar se especializa en comida
peruana. La verdad es que nos gustó mucho, sus piscos y langostinos crocantes
son una perdición.
Sin embargo, más allá del buen
nivel gastronómico del restaurant, hubo un pequeño detalle que me desagradó
bastante.
Cuando llegamos,...